18 may 2012

Zapatos de novia, cómo elegirlos...


Todas las novias quieren que el día de su casamiento sea perfecto y mágico. Puede ser que no elijan usar una limusina u organizar un show de fuegos artificiales, pero seguramente desean que todo resulte de acuerdo a su plan. De modo que el secreto del éxito es una organización apropiada. Y dentro de esa organización no solo se encuentran la fiesta, el vestido, el maquillaje y los accesorios, sino también –y fundamentalmente- los zapatos.

Los zapatos para novias pueden encontrarse en una gran variedad de diseños, materiales e, incluso, colores. Como siempre en el mundo de las novias, hay un par de cuestiones que es necesario considerar antes de elegir un par de zapatos.

En primer lugar, asegurate que que ya tengas decidido cómo será tu vestido. Lo último que querrás que suceda es gastar dinero en un par de zapatos que luego no concuerde con el estilo de tu vestido. Si el vestido tiene muchos apliques, lo ideal sería elegir un par de zapatos simples y sin muchos detalles. Por el contrario, si te decidiste por un vestido sencillo, zapatos con un diseño diferente, con apliques o de algún color que no sea blanco pueden ser dar un toque de elegancia y glamour, siempre que te animes a llevarlos.

Además, tenés que pensar en la altura del taco. Recordá que estos zapatos te acompañaran por al menos seis horas entre la ceremonia y la fiesta, de modo que tenés que evitar sentirte incómoda o de elegir un par de zapatos que lastimen tus pies.

Luego es necesario considerar la locación de la fiesta. Si se va a organizar en un espacio con parque, será mejor elegir zapatos relativamente bajos, especialmente si la tierra está húmeda por el rocío (a la mañana temprano) o en vísperas de lluvia. Zapatos muy altos pueden enterrarse y llenarse de barro.

Recordá que el principal eje al elegir un par de zapatos es, sobre todo, la comodidad. Hay cientos de zapatos que no por ser elegantes dejan de lado la comodidad. Entonces encará la búsqueda con tiempo…

Imágenes: Landybridal

14 may 2012

Cómo guardar un vestido de novia

Los vestidos de novia tienen un valor propio. No sólo por su importancia a nivel emocional, sino porque suele ser una de las principales inversiones en la preparación de un casamiento. Una vez comprado, el vestido debe ser sometido a cuidados especiales para mantenerlo en condiciones impecables. Lo más importante es mantenerlo “a salvo” antes de la boda, aunque la mayoría de las mujeres también desean cuidarlo a posteriori, como recuerdo o legado para futuras generaciones…

Cómo colgar un vestido de novia
Las telas utilizadas en los vestidos de novia no se caracterizan por su fuerza y, en consecuencia, es esencial tener cuidado al colgar el vestido para no generar roturas, uniones descocidas, u otros daños. Generalmente los vestidos de novia no pueden colgarse en perchas como los vestidos normales, debido a que el peso puede producir roturas o desgarros en las partes cercanas a la percha. Por el contrario, se recomienda utilizar los lazos de cinta que vienen cocidos desde el interior del vestido y que aportan mayor seguridad al colgarlo.

Preparando el vestido para su guardado
Antes de guardar el vestido asegurate de que esté en las mejores condiciones posibles de modo que se mantenga así hasta que estés lista para usarlo. Revisá el vestido en busca de agujeros, roturas, u otros signos de daño, y asegurate que no tenga manchas o decoloración. Tomá el tiempo para inspeccionar los apliques y bordados ya que éstos son los puntos donde es más probable que encuentres rasgaduras o daños. Luego de la limpieza y/o reparación dejá el vestido colgado uno o dos días antes de guardarlo.

Limpiar un vestido de novia
Resulta obvio afirmar que un vestido de novia debe limpiarse en una tintorería, pero es preciso remarcar que hay que tener cuidado al elegirla, porque algunas tintorerías envían las prendas a otras instalaciones en las cuales efectúan la limpieza, y esto expone a los vestidos a que puedan sufrir daños. Antes de elegir el lugar, asegurate de que el proceso de limpieza se hace en el local y, si es posible, que la limpieza se realice a mano en lugar de a máquina. Además, cerciorate de que la tintorería sepa cómo realizar la limpieza de este tipo de vestidos, ya que no es lo mismo limpiar un vestido de novia que una camisa o un saco.

Arreglos del vestido
Así como es necesario ser cuidadosa al elegir el servicio de limpieza, de ser necesario hacer arreglos al vestido es preciso buscar una modista o costurera que esté familiarizada con el trabajo en vestido de novias.

Guardando el vestido de novia
Una vez chequeados los puntos anteriores, nunca guardes el vestido en un contenedor plástico o cubierto por una bolsa plástica. Con el tiempo el plástico libera químicos que pueden causar que un vestido blanco se torne amarillento, y que los apliques se vuelvan quebradizos. Doblá el vestido con mucho cuidado y colocalo en una caja de buena calidad, y envuelto en una tela o papel libre de ácidos (como papel de seda u otro que absorva la humedad) para protegerlo del contacto con el interior del contenedor. Si lo deseas podés agregar naftalina o los secantes que muchas veces acompañan a los zapatos. Además, podés abrirlo una vez por año, para evitar que se formen marcas de doblado o se percudan los pliegues.

Ya sea tu idea preservar tu vestido para las próximas generaciones, o simplemente guardarlo como recuerdo, es posible guardarlo y mantenerlo en condiciones como nuevo simplemente siguiendo estos consejos.